Con las últimas reminiscencias de lo que fue el catorce de febrero, y en pláticas entre amigos, surgió el tema de las parejas más “bizarras” de la escuela. Extrañamente buscando el significado de esta palabra vemos que esta muy alejado de la concepción de rareza, y más bien se trata de valentía, algo poco visto hoy en día. Y de esta forma comencé a pensar en un sinfín de cosas. Primeramente, todos los que nos encontramos en la Escuela de Ciencias de la Comunicación somos unos bichos raros que encontraron en este lugar un “hábitat” donde encajar perfectamente y donde lo “normal” se queda en la puerta de entrada. O es que alguien puede decir que afuera de la escuela no ha sentido esas miradas fijas, curiosas, de repulsión. Apuesto a que no.

En la escuela se tacha de “bizarros” a aquellos que no entran en la anormalidad de los demás, de aquellos que parecen ser de un mundo todavía más diferente, en este caso en particular a las parejas, las cuales no escapan a la mirada crítica de los comunicólogos. Pero cuantas historias existen de personas que terminan al lado de otras totalmente opuestas a lo que esperaban para ellas. No sería esto también justificación necesaria para decir que se trata de algo “bizarro”, digo, las personas predican algo para hacer todo lo contrario y después juzgan a otras. Supongo que es algo genético, o eso espero.

En fin, tal vez si se trata de parejas bizarras, pero por que tuvieron la valentía que otros muchos no tienen, de estar juntos a pesar de lo que los demás piensen o digan. Así que, si lo “raro” es estar al lado de la persona que quieres, creo que todos quisiéramos ser raros al final del día.

Y para todas aquellas parejas bizarras les dejo este pequeño fragmento de una conocida canción para que continúen promoviendo aquello que hace mucha falta: valor.

“Cause we’re living in a world of fools, breaking us down, when they all should let us be, we belong to you and me…”

Peloy